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Castañada y Halloween, ¿qué tienen en común?

Con el otoño llegan dos celebraciones muy especiales: la Castañada y Halloween. Aunque en ambas nos reunimos con los familiares y amigos, provienen de tradiciones distintas. Descubre aquí el origen y tradición de cada una y cómo han ido evolucionando.

¿De dónde vienen estas celebraciones?

Los orígenes de estas dos festividades son muy diferentes.

La Castañada es una fiesta tradicional catalana que parte de antiguas celebraciones funerarias, además su celebración coincide con el Día de Todos los Santos, una festividad cristiana dedicada a honrar a los difuntos. Se cuenta que, durante esa noche, los campaneros estaban obligados a tocar las campanas toda la noche para anunciar el Día de Todos los Santos, para poder soportar todo ese esfuerzo físico y el frío de la noche se asaban castañas al fuego.

Por otro lado, Halloween tiene su origen en la festividad celta llamada Samhain, que significa “fin del verano”. Durante esa celebración, los celtas creían que la noche del 31 había una mayor conexión con los ancestros, era el momento justo en que los espíritus de los fallecidos regresaban a la tierra. La gente encendía sus hogueras para honrar y protegerse de esos espíritus.

Dos festividades, un mismo espíritu: ¿qué conecta a la Castañada y Halloween?

A pesar de que la Castañada y Halloween tengan un origen diferente, ambas festividades tienen las reuniones familiares, el recuerdo de los difuntos y el cambio de estación como trasfondo festivo.

Celebrando el cambio de estación: del otoño a la fiesta

La Castaña se celebra en otoño, justo marcando el cambio de estación, pero tiene más relación con las reuniones familiares y el recuerdo a los familiares fallecidos. Aunque es cierto que el olor a castañas asadas y boniato a todos nos recuerda el fin del verano. Por el contrario, en el origen de Halloween sí que era más significativo este cambio de estación, porque se celebraba el final de la temporada de cosecha hacia una época fría y oscura.

Homenajes a los difuntos en ambas culturas

La conexión que une ambas festividades es el vínculo que tienen con los difuntos. Las dos tradiciones se celebran la noche del 31 de octubre y coinciden con el Día de Todos los Santos.

Elementos compartidos: fuego, comida y rituales

Tanto en la Castañada como en Halloween, los amigos y las familias se reúnen para celebrar y comer los manjares típicos de cada festividad.

En la Castañada, el fuego es clave para asar las castañas, los boniatos y ofrecer calor al hogar mientras se recuerda con cariño a los difuntos. Por otro lado, antiguamente en Halloween mantenían el fuego encendido durante toda la noche para ahuyentar a los espíritus malignos. Otro de sus rituales era ofrecerles comida y bebida como ofrenda.

La evolución de la Castañada y Halloween

Está claro que todas las festividades evolucionan más o menos, la Castañada y Halloween no iban a ser la excepción:

Sabores que definen la Castañada: castañas, boniatos y panellets

La fiesta de la Castañada siempre ha llevado consigo los colores otoñales y los sabores de las castañas, boniatos y panellets, pero se ha ido olvidando un poco que se trataba de una comida funeraria.

Los panellets se han convertido en un dulce imprescindible de esta festividad, sobre todo para hacerlo en familia y traspasando la receta de generación en generación. Los clásicos son los de piñones o almendras, pero los hay de coco, café, canela, pistacho y otros sabores.

Halloween en el siglo XXI: disfraces, calabazas y dulces

Ahora de Halloween solo nos quedan las calabazas talladas o también llamadas Jack-o’-lanterns. En realidad, estas calabazas talladas con caras siniestras provienen de una leyenda irlandesa sobre Stingy Jack, un hombre condenado por el diablo a vagar eternamente por el mundo con una brasa dentro de un nabo ahuecado para iluminar su camino. Cuando llegó esta historia a Estados Unidos, se reemplazó el nabo por la calabaza y hasta hoy esas son nuestras linternas de Halloween.

Los disfraces terroríficos provienen también de la festividad celta, cuando se enmascaraban para pasar desapercibidos entre los espíritus malignos.

Y el juego que nos queda del truco y trato con dulces y chuches ha ido evolucionando a lo largo de la historia, partiendo de las ofrendas a los espíritus, a mendigar comida a cambio de oraciones a los difuntos, al juego divertido.

 

Está en tu mano celebrar la Castañada, Halloween o mejor todavía: ¡mezcla lo mejor de cada una y a disfrutar!