Ir al contenido principal de la página
9. El colecho familiar
La práctica del colecho familiar es una decisión que tienen que tomar los padres según la forma en la que quieran criar a su bebé, pero también es importante tener en cuenta las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que aclaran cómo se puede practicar el colecho familiar de forma más segura.
Los expertos aseguran que la lactancia materna protege contra el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) y que el colecho familiar beneficia la lactancia materna por las noches, pero también recuerdan que este aumenta el riesgo de síndrome de muerte repentina del lactante. Por todo esto, desde la AEP consideran que no se tiene que dormir con el bebé en los siguientes casos:
Reforzando-el-vínculo
  • Si son bebés prematuros o con bajo peso.
  • Si los padres viven situaciones de estrés o cansancio, incluido el cansancio por posparto de la madre, por lo que se desaconseja practicarlo con bebés lactantes que tengan menos de tres meses.
  • Si el colecho familiar se realiza sobre superficies blandas o en sofás y butacas.
  • Si se duerme con múltiples personas en la cama o con otros niños.
  • Si el padre o la madre consumen drogas, alcohol o toman fármacos sedantes.
La AEP considera que la forma más segura para que duerman los bebés de hasta seis meses es en su propia cuna, situada cerca o junto a la cama de los padres y colocado bocarriba.